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martes, 3 de mayo de 2016

®La imagen de la mujer en la literatura clásica y medieval

A pesar de  la marginación a la que han estado sometidas las mujeres en la antigua Grecia, en la literatura clásica encontramos personajes femeninos que  han pasado a formar parte de la tradición occidental.
Pero en estos personajes es usual encontrar arquetipos negativos como el de mujer malvada que con la seducción lleva al hombre al desastre.
Un ejemplo podría sería el caso de Circe en la "Odisea", que convierte en animales a los hombres de Ulises, o el de las sirenas, quienes con sus cantos hacían que los marineros se estrellasen.
Otro ejemplo sería Helena de Troya, cuyos encantos son el desencadenante de la guerra que se narra en la Ilíada: Paris, príncipe troyano, se fuga con ella, que es la esposa del griego Menelao. Aunque Helena no es la culpable directa, estamos ante el arquetipo de la belleza de la mujer como desencadenante del mal.

Aunque también hay personajes femeninos de carácter positivo, como Penelope la fiel esposa de Ulises en la Odisea, quien le espera durante años e inventa tretas para mantener alejados a sus pretendientes.
Un ejemplo más actual sería Antígona, quien hace valer sus convicciones ante la tiranía del rey Creonte.
Por último en la comedia tendríamos a Lisístrata, quien encabeza una rebelión de las mujeres atenienses para lograr que los hombres acaben con la guerra utilizando el único elemento que les da poder sobre ellos, el sexo.
La visión de la mujer como causante de desgracias que veíamos en la literatura clásica está presente en la tradición cristiana a través de Eva, cuya debilidad al caer en la tentación de probar el fruto que el diablo le ofrece es la causante de la expulsión del hombre del Paraíso y la entrada del mal en el mundo. Así, en la literatura medieval encontramos dos prototipos opuestos: la “mujer Eva”, cuya debilidad la lleva a caer en el pecado, astuta y que lleva al hombre a la perdición a través de sus encantos físicos y la “mujer María”, pura y sumisa.

Estos arquetipos aparecen, por ejemplo, en las colecciones de exempla (relatos con un objetivo didáctico). Una de ellas tiene el título de Sendebar o Libro de engaños de las mujeres (colección de cuentos orientales difundidos en Europa). En este, la esposa del rey intenta seducir a su hijo y, al ser rechazada, le calumnia, por lo que le condenan a muerte. Este argumento es la excusa para un duelo de relatos entre los consejeros del rey (que advierten de la naturaleza engañosa de la mujer) y la esposa.

Documentación:
Apuntes de literatura

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