San Anselmo de Canterbury (Aosta, 1033-Canterbury, 1109).
Teólogo, filósofo y prelado de la Iglesia
"Haz, te lo ruego, Señor que yo sienta con el corazón lo que toco con la inteligencia"
San Anselmo
Nació en 1033 en el seno de una familia acomodada en Aosta, en el norte de Italia. A los veintisiete años, en 1060, Anselmo ingresó en el monasterio de Becén, donde se convirtió en discípulo y amigo de Lanfranco. Al ser nombrado este abad de San Esteban de Caen, tres años más tarde, Anselmo pasó a ser el prior de Becen.
Animado por sus monjes llevó al papel las meditaciones en que basaba sus enseñanzas, escribiendo sus dos obras mas conocidas: El Monologium, (modo de meditar sobre las razones de la fe), en el que daba las pruebas metafísicas de la existencia y la naturaleza de Dios, y el Proslogium (la fe que busca la inteligencia) o contemplación de los atributos de Dios.
Filosofía de Anselmo
San Anselmo de Canterbury se preocupó su filosofía de tipo religioso y espiritual se concibe la filosofía como una ayuda para comprender la fe. Su actitud fue que la razón sola no tiene autonomía ni capacidad para alcanzar la verdad por sí misma, pero resulta útil para esclarecer la creencia. La razón queda situada en una relación de estricta dependencia con respecto a la fe.
En su obra "Monologion" pretende demostrar la existencia de Dios, acompañando a otras reflexiones de carácter marcadamente teológico. Con "argumento ontológico", San Anselmo pretende no sólo satisfacer dicha petición sino también dotar al creyente de una razón sólida que confirme indudablemente en su fe.
El argumento ontológico fue llamado así por primera vez por Kant (s. XVIII), y ha sido uno de los argumentos más polémicos de la historia de la filosofía. Filósofos de la talla de Descartes y Hegel lo consideran válido y lo introducen en sus respectivos sistemas. Otros, como Sto. Tomás, Hume y Kant, rechazan la validez del argumento, negando su fuerza probatoria.
San Anselmo introduce el argumento en el contexto de una plegaria a Dios y su estructura lógica puede resumirse como sigue:
- a) Concebimos a Dios como aquello mayor que lo cual nada puede pensarse, y esa idea de Dios es comprendida por cualquiera.
- b) Pero aquello mayor que lo cual nada puede pensarse debe existir no sólo mentalmente, en la idea, sino también extramentalmente, en la realidad, pues siendo la existencia real una perfección, será más perfecto ("mayor que..".) el ser existente en la realidad que otro que posea los mismos atributos pero que sólo exista mentalmente; de otro modo caeríamos en una flagrante contradicción, lo que no puede ser aceptado por la razón.
- c) En consecuencia, Dios existe no sólo en la mente (como idea) sino también extramentalmente, en la realidad.
biografía de Anselmo:
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