®José Martín Recuerda.

Los temas de las obras de Martín Recuerda, tanto históricos como contemporáneos, se expresan a través de personajes ansiosos de libertad. El mismo dramaturgo califica su realismo desnudo, cruel, agrio, sincero, denunciador y testimonial. Debido a la censura y a lo dificultoso del montaje se han estrenado pocas de sus piezas.

El teatro de José Martín Recuerda posee un pronunciado carácter documental de signo crítico, cargado de crispación y desgarro.

LAS SALVAJES EN PUENTE SAN GIL.

Este drama constituye una reflexión contra la intolerancia y un alegato contra la hipocresía de muchos españoles de posguerra. La llegada de una compañía de revista a Puente San Gil desencadena toda una serie de actos violentos: desde la muerte de una de las chicas de la compañía en un asalto de los mozos  al teatro, hasta el encarcelamiento de sus compañeras tras agredir al cura, quien se había aprovechado de ellas como otros hombres del lugar.
En este obra destaca la presencia de personajes corales: las artistas de la compañía, las señoras cursillistas de la cristiandad y los varones del lugar, que asaltan a las chicas.
Los dos últimos grupos encarnan las fuerzas represivas de la sociedad mientras que el primero presenta diferencias entre sus integrantes y cumple la función de desenmascaramiento de los tabúes institucionalizados.

LAS ARREGORÍAS DEL BEATERIO DE SANTA MARÍA EGIPCIACA

La acción dramática de esta obra se centra en el conflicto internos que representa para el personaje su enfrentamiento con la muerte provocado por el deber patriótico.

Martín Recuerda recoge la concepción escénica de espectáculo total del poeta granadino: canciones, bailes andaluces, guitarra y taconeos, que incluso acontecen en la propia sala, en un intento de comunión entre el escenario y los espectadores.

El teatro se constituye en lugar de fiesta común, pero también de recelo colectivo contra lo militar y lo religioso. Los dos espacios escénicos forman un único espacio cerrado que representa una gran prisión, en la que se encuentran también los espectadores.

Aparece el personaje colectivo, manifestado en las presas políticas del beaterio, <<arregorías>> enrabietadas que expresan su desprecio contra la sociedad, oponiéndose al poder establecido.

DOCUMENTACIÓN:

• Apuntes de clase.