La campaña electoral estaba formada por derechas e izquierdas. Las izquierdas se agrupaban en torno al Frente Popular (una coalición de partidos obreros junto con republicanos reformistas). Por otra parte la CEDA no era capaz de aglutinar en torno suyo a los distintos partidos de derechas en un grupo único, pero vista la unión de las izquierdas van a lograr establecer alianzas electorales en algunas provincias.
Alcalá Zamora aspiraba a crear una fuerza de centro capaz de refrenar y conciliar a derechas e izquierdas, pero finalmente triunfó el Frente Popular.
El pacto del Frente Popular se fraguó fácilmente, teniendo en cuenta la diversidad de fuerzas que lo firmaron; a partir de una idea inicial de un frente republicano, con la Izquierda Republicana de Azaña, la Unión Republicana y el Partido Nacional Republicano, se pasó a una coalición de carácter más amplio, favorecida por el clima de entendimiento entre las fuerzas de izquierda. El pacto se firmó el 15 de enero de 1936 y estuvo formado por: Izquierda Republicana, Unión Republicana, PSOE, PCE, Partido Sindicalista, POUM, a los que se sumaron las Juventudes Socialistas y el sindicato UGT.
Al día siguiente de las elecciones, el gobierno saliente abandona sus funciones, por lo que Azaña es nombrado Jefe de Gobierno sin que haya una transmisión ordenada del poder. Azaña es apoyado por a mayoría socialista de as Cortes, pero el PSOE, más pendiente de la Revolución que del Gobierno, no tiene ministros en el gabinete.
Una vez constituidas las Cortes, se aparta a Alcalá Zamora del cargo de presidente de la República y es sustituido por el propio Azaña, que nombra Jefe del Gobierno a un colaborador suyo: Casares Quiroga. Esta destitución de un hombre conservador y dialogante, vuela el último puente que podría establecer en diálogo entre izquierdas y derechas.
Una vez constituidas las Cortes, se aparta a Alcalá Zamora del cargo de presidente de la República y es sustituido por el propio Azaña, que nombra Jefe del Gobierno a un colaborador suyo: Casares Quiroga. Esta destitución de un hombre conservador y dialogante, vuela el último puente que podría establecer en diálogo entre izquierdas y derechas.
Nada más conocerse el triunfo de las izquierdas, un grupo de militares, encabezados por ‘’el Director’’ Emilio Mola diseña un intento de sublevación contra el gobierno; se armará a civiles, se procederá a la eliminación de elementos hostiles y se contacta con potencias extranjeras afines.
Los primeros momentos del gobierno del Frente Popular se desarrollan en un ambiente de huelgas, ocupaciones irregulares de fincas y ataques a iglesias y conventos, aunque lo que va a marcar un hito son los enfrentamientos callejeros entre falangistas y las juventudes unificadas socialistas y comunistas.
Un grupo de falangistas asesina al teniente de Guardia de Asalto, José del Castillo, que se ocupaba de la introducción militar de las Juventudes socialistas-comunistas. Al día siguiente, un grupo de Guardias de Asalto se dirigen al domicilio de por aquel entonces el diputado de las derechas más combativo, José Calvo Sotelo, y lo asesinan.
La crispación del ambiente hace creer a los conspiradores que es el momento idóneo para llevar a cabo su golpe. Pero lo que iba a ser un típico pronunciamiento militar se convertirá en una guerra de 3 años.
Documentación:
- Apuntes de clase.
- Wikipedia.
- Vídeo
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