De muy pequeño entró en el colegio de la Fleche, que dirigian los jesuitas. Allí recibió una sólida educación clásica y filosófica, cuyo valor y utliidad ha reconocido Descartes en varias ocasiones. El curso de filosofía duraba 3 años. El primero se dedicaba al estudio de la lógica de Aristóteles. Se leían y se comentaban la ''Introducción'' de Porfirio, las ''Categorías'', el ''Tratado de la interpretación'', los cinco primeros capítulos de los ''Primeros analíticos'', los ocho libros de los ''Trópicos'', los ''Últimos analíticos''; que servían de base a un largo desarrollo de la teoría de la demostración y por ultimo, los diez libros de la ''Moral''. En el segundo año se estudiaban la Física y las Matemáticas . En el tercer año se trataba la metafísica de Aristóteles.
Descartes en ''Discurso de Método'', nos da claramente la sensación de que ya en el colegio sus trabajos filosóficos no iban sin ciertas e intimas reservas mentales. Su juicio sobre la filosofía escolástica, que aprendió, en toda su pureza y rigidez, es por una parte benévolo y por otra radicalmente condenatorio.
Descartes salió de la Fleche terminados sus estudios, en 1612, con un vago, pero firme, propósito de buscar en sí mismo lo que en el estudio no había podido encontrar.
Decidió consagrarse definitivamente a la meditación y al estudio. París no podía convernirle; demasiados intereses, amigos, conversaciones, visitas, perturbaban su soledad y su retiro. Sentía además, con aguda penetración, que no era Francia el mas cómodo y libre lugar para especulaciones filosóficas y, con certero instinto, se recluyó en Holanda. Vivió veinte años en ese país, variando su residencia a menudo, oculto, incógnito, eludiendo la ociosa curiosidad de amigos oficiosos e importunios.
Información: Apuntes de clase
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